Dejó la escoba, se lavó las manos,
siguió cantando pero muy bajito.
No se peinó ni lavó los pisos,
se quemó la comida, se cambió el vestido.
Escribió con dentífrico en el espejo del baño
su nuevo apellido.
Tenía miedo pero fue muy lindo
A las seis de la mañana,
María tuvo un niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario