Cando llegó
la hora azul, tenía que partir,
una jornada
de trabajo había terminado.
Caricias
ajenas su cuerpo habían minado,
respira y
toma fuerza lista para mentir,
su vieja
contenta porque la nena ha llegado.
Solo tiene
unos cuantos minutos para descansar,
para estar
en brazos de Morfeo y soñar libertad,
después
tendrá que estudiar para no llorar.
Los olores
del placer se quedan allí por dignidad;
el
sacrificio es su compañero para triunfar.
Un día llegó
hasta su corazón una sensación,
amor lo
llamaban su amiga compañera
Pero para
ella era un dolor, más que una pasión.
El loco se
había enamorado de la hetaira,
el milagro
se dio, realidad se hizo la ilusión.
Ella
obrera del amor a su manera le era súper
fiel.
Él lo sabía todo y aprendió a compartir su piel.
Amaba a esa
mujer porque no le mentía,
no era como
las otras llenas de hipocresía,
ella jamás
la ilusión de su amado rompería.
Pero todo
tiene un final y la muerte apareció.
Ella tuvo
que partir cuando amaneció.
Él la tuvo
que llorar cuando anocheció.
Hoy el loco
me inspira para escribir todo esto
Porque ese
loco soy yo disculpen si les molesto.
(RJLR)
Escrita
en el 2002. De S IX
No hay comentarios:
Publicar un comentario