En la inmensidad
de esta burbuja
formulo una
oda para respirar,
me califican
por lo que tengo
no por lo
que respiro,
menos por lo
que soy.
Tengo que
gritar el silencio banal,
cantar en el
concierto de llanto
en la dicha
de la maza cautiva,
me aplauden
por lo que ven
no por lo
que sienten
menos por lo
que entiende.
Voy a correr
por la pradera soñada,
volar en el
viento de esa mañana
y tengo que
buscar ese calor.
Me mirarán
las ausentes estrellas
y danzarán
con esa esperanza
y volveremos
a ser feliz
siendo prófugos
en laberinto
de las fantasías
liberadas ayer.
(RJLR
22-02-2018)
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