viernes, 30 de diciembre de 2016

El niño y el hombre (Canción) - Los de Siempre




EL NIÑO Y EL HOMBRE
Hola, hola. ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?
¡Ven, ven, no tengas miedo!
¿Qué manitos tan sucias? ¡Qué ojitos tan traviesos!

Ven no te vayas, regálame la luz de tu mirada
yo te daré mi torpe y triste mano,
mi mano de hombre solo sin amor.
Juega conmigo a que entiendes y si no comprendes
échate a reír…

Llévame al sol de los campos,
y al humo celeste, de un tiempo feliz.
Ese tu tiempo que llevas y suena campanas
lejanas en mi

Yo sé que, junto a ti, renacerá la luz
Y volverá mi alma a ser feliz
Yo sé que, junto a ti, renacerá la luz
Y volverá mi alma a ser feliz.

Como explicarte a ti, como llegar no sé
simplemente a entendernos,
si en ti, en ti nace la luz.
Yo, yo soy sombra hace tiempo
¿Dime a donde está los verdes caminos de esos días?
¿A dónde el arcoíris de mi alma?
La ilusión
¿Por qué cambio mi padre?
Y en vejecieron soles
Y se llenó de inviernos el huerto de mi madre
Y mi hermano me quiere decir no sé qué cosas
Y me mira se calla, y callamos los dos

Mi abuelo se fue y nadie me volvió a contarme un cuento,
ya no quedan abuelos, con magias y color.
Mira recuerdo uno, de una estrella en Belén,
un cuento que decía…
Pero ven, ven no te vayas Jesús,
ayúdame a encontrar la estrella de aquel tiempo
aquel niño que fui y que ya no lo tengo,
aquel niño que fui y ya no lo tengo

Yo sé que, junto a ti, renacerá la luz
Y volverá mi alma a ser feliz
Yo sé que, junto a ti, renacerá la luz

Y volverá mi alma a ser feliz 


jueves, 29 de diciembre de 2016

Guitarra de medianoche- Mercedes Sosa - Horacio Guarany





Sol, Mar,
Guitarra de medianoche
Yo y Tú
Hermana de mi esperanza.
Yo y Tú,
Hermana de mi esperanza.
Voy, voy,
por algo soy caminante,
cantor
de un tiempo de madrugada.
Cantor
de un tiempo de madrugada.

Andaré en la huella
siguiendo una estrella,
que, aunque esté muy alta
yo sé que un día
la he de alcanzar
que, aunque esté muy alta
yo sé que un día
la he de alcanzar

Luz, luz,
ya va floreciendo el día,
vendrá bañado
en llantos de luna.
Vendrá bañado
en llantos de luna.
Morir, morir,
no se muere nunca,
vivir,
es esa la ley del hombre,
vivir,
es esa la ley del hombre.

Andaré en la huella
siguiendo una estrella,
que, aunque esté muy alta
yo sé que un día
la he de alcanzar
que, aunque esté muy alta
yo sé que un día

la he de alcanzar.

DULCE EL METAL TOXICO EL VALS



La mar se ha quedado tranquila
la luna alumbra el desierto
el viento sopla un silbido de alegría
llegó la Nochebuena, dulce melodía.

Será que el niño nos mira, nos sonríe
y con esa dulzura nos dice "no mientan"
no mentir esa es nuestra verdad,
tenemos que llevar nuestra realidad,
decir, contar, escribir, qué más da.

Dulce el metal, toxico el vals,
la niña camina sola
en el corazón de la ciudad,
el villancico le acompaña
en el mendigar de su realidad
esta noche nace el Niño
mañana mueren muchos niños.

El pavo pide clemencia,
la mesa pide decencia,
el pobre clama justicia,
el rico goza complacencia,
yo no escapo de mi demencia.

Nace una ilusión en el corazón
¿Por qué dejarlo ir?
Aprovechemos la situación
para después reír
Es el espíritu navideño
el sublime decir te quiero,
el regalarte una sonrisa
el entregarte una mirada y
la razón de decir ¡Feliz Navidad!
dulce el metal, toxico el vals

(RJLR)

Escrita en diciembre del 2006

AUSENCIA QUE NO SE VAN



Aún recuerdo su mirada, su sonrisa
pese al tiempo el olvido no va de prisa.
Aún recuerdo cuando extendía sus manos
para bailar y enseñarme algunos pasos.
Su cabello negro que reflejaba las tenues lucecitas
sus reflexiones sobre todo en estas fiestas
el cumpleaños del Carpintero de Galilea
mi cumpleaños, las comidas, mi familia.
Aún te extraño y sé que es imposible verte
pero aprendí que con el corazón si puedo mirarte,
corriendo, saltando, cantando en aquel valle verde.
No me siento solo en el desierto de tu ausencia
porque siempre sentiré aquí tú presencia,
sabes, te veo en la sonrisa y en los ojos de mi padre
y sé que en esta Navidad también estarás presente
mi querida y recordada madre.

* Ella, Paula se fue hace 23 años.
(RJLR)

Escrita en el 2006

martes, 20 de diciembre de 2016

Ahí ' ta la madre del cordero - Tito Fernandez



Nos criamos, desde chicos. 
juntos, en El Mirador`, 
mi padre, peón antiguo, 
el suyo, administrador 
Claro que cuando uno es chico 
no entiende la diferencia, 
Qué lindo haber sido dueño!, no, 
de tan tremenda. inocencia. 

El fundo, jugando, entero 
Io habíamos recorrío, 
yo le ganaba casi siempre 
porque era algo más crecío, 
ella me juntaba flores, 
yo le tiraba las trenzas, 
y asi se nos pasó el tiempo 
casi sin darnos ni cuenta. 

A mi me tocó salire 
al campo, a pelar el ajo. 
ya no era tan cabro chico 
'taba gueno pal' trabajo. 
Claro que todas las tardes 
salíamos a pasear, 
y nos mirabamos mucho 
sin hallar que conversar. 

Yo me ensayaba toíto el día 
de Io que le iba a pedire, 
pero cuando estaba cerca no 
encontraba qué decir. 

No sé lo que me pasaba 
cuando la tenía a mi lao, 
se me anudaba el cogote 
y ahí me quedaba pegao. 

Un día me dijo, ella, 
que se iba a d'ir de la hacienda, 
la mandaban a estudiar 
a las monjas, creo pa' que aprienda 
a tejer, a coser, a leer, 
había dicho Don Guille, 
los libros son cosa buena 
y hay que saber lo que dicen. 

A mí me dentró una pena 
cuando me dijo que se iba 
que saqué juerzas de aentro 
y le díje que la quería. 

Ella no contesto na', 
me puso coloraita, 
y yo que le robo un beso 
de su mesmita boquita 
Pasó el tiempo, un par de años, 
Y nunca me olvidé de ella, 
por las noches la veía 
mirándome de una estrella. 

Ella también me quería, 
yo estaba seguro de eso, 
me lo había dicho el gusto 
dulcecito de su beso. 

El hombre me dije, cuando es bien hombre, 
ha de saber lo que pasa, 
me agencié su dirección 
con una emplea 'e las casas, 
Francisco me hizo la carta 
y aunque no tuvé respuesta 
no me eché a morir por eso, 
lo que es bueno, siempre cuesta. 

Tiempazo después el fundo 
amaneció trastornao, 
las viejas de la casona oiga 
corrían pa' lao y lao, 
se voltiaron dos vaquillas 
las chuicas ¡como dentraban! 
se raspaban las tortillas 
y las empanas chirriaban, 
se acomodaron las mesas, 
el lugar pa' las cantoras, 
se adornó too con copihues 
y con hojas de totora, 
A mí no me dió alegría, 
me dió too junto al tiro, 
la niña Rosa volvía, 
de nuevo, pa'l lao mío. 

Después me quiso dar miedo, 
pensé hasta en no merecerla, 
pero mandé el miedo al diaulo 
y me cacharpié pa' verla. 

Ahí venía mi niña 
más linda que el mismo cielo, 
con su misma boca roja, 
esa, aonde puse mi beso. 

Venía con un vestío 
que encandilaba los ojos, 
tomá del brazo e' Don Guille 
que no cabía de gozo, 
Pasamos a la comía, 
se destaparon los chuicos, 
el vino ¡cómo corría! 
cosa era que daba gusto. 

Después, despues le entramos al baile, 
se afinaron las vihuelas, 
y se calentaba el adre 
con el tañar de las cuecas. 

No pude hablar con mi niña, 
'tuvo muy ocupaaza 
hablando con las visitas 
y otra gente importantaza. 

Días después, una tarde, 
estando yo en el corral, 
pensaba ya en olvidarla 
cuando me siento Ilamar, 
Benancio, me dicen, Beno. 
y me la que'o mirando 
ahí estaba mi niña linda 
de pura dicha Ilorando. 

Nos abrazamos bien juerte. 
¿Ud. me había olvida'o? 
¡Jamás!. le digo y la beso 
como nunca había besao. 

Nos seguimos encontrando, 
era mía hasta los huesos, 
y yo tamién la quería 
aunque muriera por eso. 

Tengo dos manos le decía 
pa' hacer su felicidad, 
y ella se me entristecía 
cuando me sentía "haular". 
Un día vino Don Guille, 
a conversar, dijo, de hombre a hombre. 
habló cosas muy bonitas 
con apelativo y nombre, 
me dijo que la dejara. 
que la Rosa estaba grande 
y que las cosas de niño 
deberían de olvidarse. 

Entiende Benancio, dijo, 
que ella no es de este lugar, 
es toa una señorita 
y algún día se va a casar, 
no con un peón de fundo, 
y no es por desmerecer, 
la vida es triste Benancio, 
pero qué se le va a hacer. 

Me la empató muy re bien, 
después me soltó el doblao, 
Entiende bien Beno lo que digo, 
si no, cortai pa' otro lao. 

Ahi me meti a las tomas , 
¿el trabajo? me dije, aunque Io pierda 
me pelié hasta con los pacos 
a punta e' rebenque mierda. 
Cuarenta días tomando, 
bailando cueca aperrao. 
pa' eso había juntado alguna plata 
y no soy ningún fijao. 

La vida es triste Venancio. 
eso no corre conmigo 
mientras haya chinas guenas 
la vida es vida mi amigo. 

Tiré de chincol a jote, 
Ie saqué al mundo la madre, 
tuve preso por rosquero 
y me tomé hasta el vinagre. 

Y aquí me tienen ahora, 
con los bolsillos pelaos, 
sin pega en ninguna parte 
y con el hocico hinchao. 

Y se me viene el problema, 
toavía la estoy queriendo 
Los hombres dije una vez piensan como hombres, 
y me estoy desconociendo. 

La Rosa es mía o de naiden 
los prejuicios, a la cresta, 
y si a Don Guille tenerme 
de yerno tanto le cuesta, 
habrá que poner remedio, 
al tiro, a esta situación, 
yo no veo pa' estas cosas la diferencia 
entre empleao y patrón. 

Si me buscan a la mala 
bueno poh, a la mala bajo el vino, 
y esto ya esta decidío 
por el único camino. 

Cuando uno quiere a la buena 
Dios sabe que no es desaire 
yo soy un roto e' trabajo 
no le agacho el moño a naiden. 
Así que esta misma noche 
agarro pingo y apero, 
Me robo a la Rosa, ¡mierda! 
¡Ahí está la madre del cordero!

domingo, 18 de diciembre de 2016

Un Cigarrillo más - Aldo Monges



RECITADO
Humo, nuevamente humo.
Pequeño tornado que envuelve mis ojos.
Humo, corazón sangrante, un vaso de vino,
triste cigarrillo que acompañas penas,
que ves como muero callado en mi pieza.

Humo, en tu gris vestuario la veo de nuevo.
Humo, que silueta inmensa y eres tan pequeño.
Humo, mi fiel cigarrillo sabe lo que siento.
Humo, tu torrenta informa es un mar abierto.

Ay que cruel es sentir esta agonía,
morirme poco a poco, fumar de noche y día.
Y en el humo el tiempo vuelve atras,
pero es tan solamente un cigarrillo más.

RECITADO
Nube, fragil nube que llevas mi mente
hacia el tiempo muerto del lejano amor.
Humo, las raras figuras que a tu paso formas
me traen de nuevo su pelo, su pelo, sus manos,
y queman sus besos de nuevo mis labios
como aquella noche en que dijo Adios.

Humo, cuantas noches llevo mirando tu vuelo.
Humo, cuantas noches llevo sin querer vivir.
Humo, en tu gris vestuario la veo de nuevo.
Humo, si el tabaco mata, dejame morir.

Cigarrillo, una copa de vino,
una pieza de silencio, el humo que se va.
Y en el humo el tiempo vuelve atras
pero es tan solamente un cigarrillo mas.


jueves, 8 de diciembre de 2016

SOBORNO, NARCOTRAFICO Y MUNDIAL DEL 78


Cómo Carlos Quieto, el empresario argentino y amigo del Almirante Lacoste sabían de tantas relaciones y negocios de los Carteles de Cali y Medellín con la Conmebol, llamó a mi tío y le informó de la decisión del Gobierno de Videla de involucrarse para obtener un aval peruano que garantizara que ese partido la ganaría la Selección de Argentina, por amplio margen, pues si Brasil ganaba por un gol de diferencia a Polonia, Argentina necesitaba hacerle 3 goles a Perú. Pero si Brasil ganaba por dos goles de diferencia, Argentina necesitaba por lo menos ganar 4-0, y así sucesivamente (…)
Mi tío citó en un reservado del Hotel Sheraton en Buenos Aires a su amigo peruano Teófilo Salinas y ambos escucharon las razones que traía el “mensajero de los dioses” el empresario de futbolistas argentinos Carlos Quieto, quien, a su vez, le manejaba los negocios de futbolistas a mi tío. Salinas escuchó a Quieto. ¿De cuánto dinero hablan? De 10 millones de dólares para dirigentes del fútbol peruano, funcionarios del Gobierno peruano, algo para el cuerpo técnico y para algunos jugadores claves y discretos y un gran e importante aporte para el alto Gobierno peruano y también ayuda para el pueblo de Perú. (…)
Salinas le cumplió a Carlos Quieto. Al día siguiente, por la premura de la situación, fue la pérfida reunión. Esa reunión era de carácter privado entre el Almirante Carlos Lacoste, dos generales argentinos más a nombre de la Junta Militar de Videla, Teófilo Salina, Presidente de la Conmebol, quién llegó acompañado por el presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Vicealmirante Augusto Gálvez Velarde, quién había sido presidente del Sporting Cristal en 1965, cuando era capitán de navío, y también el Capitán Mora, dos dirigentes del fútbol peruano y el técnico de la Selección Peruana de Fútbol, Marcos Calderón. (…)
Mi tío solo hizo inicialmente el arreglo de propiciar la reunión entre Carlos Quieto y Teófilo Salina. Acuerdan darles a los jugadores los US$ 50.000 pactados de antemano y por la Federación Peruana para cada jugador por participar en el Mundial, y además US$ 50. 000 más a tres jugadores que en la cancha debían ayudar a la victoria de Argentina: Juan Muñante, Rodolfo Manzo y Raúl Gorriti.
Cuando estaba ya el trato convenido, el entrenador de la Selección Peruana de Fútbol, Marcos Calderón, se atravesó en el acuerdo y le dijo a Carlos Quieto que él no confiaba en que el dinero que le ofrecían a él y a su cuerpo técnico se lo fuera entregar después del partido, ni Carlos Lacoste ni los Generales de la Junta de Videla ni de la Federación Peruana de Fútbol, pues todos le darían la espalda.
Que él exigía que el garante de esa operación fuera mi tío Miguel Rodríguez Orejuela, quién ya había hecho tratos de otros partidos y Jugadores. El   momento fue tenso, pues sin el entrenador Calderón de nada valdrían los demás acuerdos. Carlos Quieto llamó nuevamente a mi tío y él de inmediato garantizó su aval y procedió a decirle que le dijeran a dónde le situaba el dinero a Marcos Calderón quien lo debía repartir entre el cuerpo técnico de la Selección Peruana de Fútbol. Fueron los únicos US$ 250.000 que aportó mi tío como Jefe del Cartel de Cali.  

(Del Libro: El Hijo del "Ajedrecista". Autor: Fernando Rodríguez Mondragón)


domingo, 4 de diciembre de 2016

MUCHACHA DE DOMINGO - TITO FERNANDEZ

Muchacha de domingo, triste y sola,
después de trabajar una semana,
yo te quiero contar, en esta copla,
/de un viejo corazón que te acompaña (bis)

Muchacha de Domingo, de la esquina,
por donde no pasó tu enamorado,
en el triste color de tus mejillas,
/floreció mi canción, no te he olvidado (bis)

Muchacha de domingo, tu tristeza,
perdida bajo el sol, de este verano,
en el cielo mayor habrá una estrella
/que te llore el amor, que te han negado (bis)

Muchacha de domingo, triste y sola,
de tanto caminar, por este tiempo,
tal vez mañana, sí, tu sueño rosa
/te lleve a ser feliz, lejos muy lejos (bis).

LO FRAGIL Y DURO DE LA CALLE (Ellas lo saben)


Frágil, como esa caricia de la brisa en verano,
quisiera contarte un cuento, esa historia de colores,
pero vas saltando de máquina en máquina,
luchando por ese porvenir que duda en venir.

Dulce, como la miel de las praderas del sur,
quisiera jugar contigo a princesas y dragones,
pero te vas sonriendo de ventana en ventana,
soñando por ese deseo que es prosperidad.

Pequeña y gigante en la jungla de cemento es tu “libertad”.
Quisiera cantarte esta mi canción,
Quisiera decirte lo bonita que estás
Quisiera sonreírte para siempre
Pero comprendo que estás perdiendo tu infancia,
y yo preso en la angustia de criticar,
el de que dirán… sin hacer nada, más que llorar.


(R.J.LR) 4-12-2016