El viernes 26 de julio de 1974,
el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada encabezado por el presidente,
Juan Velasco Al varado, promulgó un Decreto de Ley llamado Estatuto de Prensa, mediante el cual los diarios de
circulación nacional fueron expropiados y asignados en propiedad a
organizaciones representativas de los sectores sociales mayoritarios del país.
(…)
La versión resumida de las disposiciones legales aprobadas por el
Consejo de Ministros, publicada en el
diario El Comercio, en la primera página de su edición del 27 de julio, dijo lo
siguiente: “El Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, promulgo ayer un
nuevo Estatuto de Prensa por intermedio de la cual el Estado reconoce, respeta
y garantiza el derecho de los órganos periodísticos a informar y opinar
libremente.
Cualquier órgano de prensa, de acuerdo al nuevo Estatuto, puede, con
entera libertad, informar, expresar ideas y formular juicios o apreciaciones
críticas, sin consulta ni censura previa, en tanto no trasgreda los límites
señalados por el respeto a la ley y a la moral en general, y especialmente a la
verdad de los hechos y al honor e intimidad personal y familiar. La trasgresión
será sancionada por los tribunales
ordinarios.
El nuevo Estatuto señala que la
prensa escrita no será estatizada. No obstante, el Estado podrá tener uno o
algunos órganos de prensa destinados a exponer,
difundir y defender la política
del Poder Público”. (…)
Transitoriamente, y mientras se
efectuaba el proceso de transferencia de
propiedad a los nuevos dueños de la prensa de circulación nacional, el Gobierno
Revolucionario designó a 6 nuevos directores.
El diario El Comercio, asignado
al sector social mayoritario del país, los campesinos, pasó a ser propiedad de
las Comunidades Campesinas, Sociedades Agrícolas de Interés Socia, Cooperativas
Agrarias y, en general a otras
organizaciones del campo. Para dirigirlo transitoriamente fue nombrado el Dr.
Héctor Cornejo Chávez.
El diario La Prensa, asignado a
las Comunidades Laborales, el segundo sector mayoritario, pasó a ser propiedad
de las Comunidades Industriales, Mineras
y Pesqueras. Para dirigirlo fue designado el Dr. Walter Peñaloza.
El diario Ultima Hora, asignado
al sector cooperativo y de mutuales que correspondía a los trabajadores del
área del transporte y de la banca, fue encomendado provisionalmente al señor
Ismael Frías Torrico.
El diario Correo, pasó a ser
propiedad de los sectores profesionales, vale decir, del área de los médicos,
ingenieros, abogados, arquitectos, contadores, etc. Para dirigirlo fue nombrado el sociólogo Hugo Neira Samanez.
El diario Ojo, fue transferido a
las instituciones de carácter cultural, o sea a escritores, pintores, músicos y
artistas en genera. Fue designado director el periodista Augusto Rázuri
Seminario. (Originalmente iba a ser nombrado, con su previa aceptación, ya dada
y otorgada, el escritor y novelista Mario Vargas Llosa).
Los diarios Expreso y Extra,
fueron asignados al sector educativo y pasaron a ser propiedad de los maestros,
alumnos de los colegios y universidades y padres de familia. Fue nombrado
director transitorio de los dos diarios, el Dr. Alberto Ruiz Eldredge Rivera.
El gobierno se reservó para su
propiedad y control, los diarios El Peruano, dirigido por Gilberto Escudero
Oyarce, La Crónica (que ya estaba en manos del Estado luego de la quiebra del
Banco Popular que era propietario de sus acciones), para la cual designó como
director a Guillermo Thorndike Lozada, y La Tercera edición vespertina de La
Crónica, bajo el mismo director.
(Continuará)
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