jueves, 23 de febrero de 2017

CANTO PIADOSO



La noche se suicidó con el revolver
del desprecio insólito de volver,
al inicio del final del poema
que cantó mi muerte en esa madrugada.

La desgracia de tu sonrisa en mi vida
fue la libertad del cazador lleno de ira.
¿Qué hizo él para ser feliz?
Ese canto cursi y estruendoso y
la ventaja de verte bailar en el ocaso
de tu adiós me hizo reír con él

¡Basta de tanta felicidad comprada!
Ya no quiero llorar feliz por el hada.
¡Basta de correr por esa ilusión!
Ya no quiero más compasión.
¡Basta de tanta mentira piadosa!
Ya no quiero a esa virgen deseosa.
¡Basta de leer tu libro de cuento!
Ya no quiero verte por ningún momento
Sólo quiero seguir durmiendo
(RJLR)

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