jueves, 16 de febrero de 2017

EL ADIOS, EL AMOR Y EL LICOR



Miró que ella baja por la avenida. Sabía que iba a clases en el instituto
Corrió y corrió, como si de eso dependiera su vida. Y parece que así era, porque ella era su vida.
La alcanzó, la sujetó del hombro, la miró y le sonrió.
-No podemos hablar estas borracho-
Ella estaba molesta, él no se había portado de la mejor manera.
-No estoy borracho. ¡Te amo! -
-Si me amaras no estarías así. Si realmente me amaras no te hubieras portado de esa manera -
Fueron palabras que sentenciaba.
Él no sabía de lo que hablaba, el licor había “borrado” su memoria
Palabras van, palabras viene.-
-Adiós. Ve a bañarte y descansa. ¿Desde cuando estás tomando? 
- ¿Es en serio? ¿Es un adiós? -
Ella no dijo nada, se volteó y siguió su camino rumbo a clases.
Él se quedó mirando como avanzaba y se perdía por esa larga avenida al medio día de ese miércoles.
Camino a casa el adolescente, trataba de hacer memoria de que había pasado. Pero el alcohol se lo impedía.
Era el inicio del final. Ese adiós era más que una despedida, era un puñal a su corazón.

Años después evocar los recuerdos eran inútiles, en esa loca juventud el licor le quitó lo que más amaba. Hoy él es un activista en la prevención de que los chicos no beban licor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario