No sé
cuanto tiempo a pasado de esta libertad,
tal vez solo fue una noche con su
madrugada;
pero en el desierto de este mi
pequeño océano
el segundo, el minuto, la hora ya
no cuenta,
lo real es que se abrió la jaula y
voló la ilusión.
Fue
quizás esa tu respuesta pensada tres veces,
la que en el fondo permitió que mi
esperanza viva,
porque seguro estoy de ser cautivo de
tus ojos.
Mis
sueños y mis ilusiones hubieran terminado,
mi
naturaleza creo que es así, pero gracias.
Canciones
invaden mi mente que son himnos
en el
pedregoso andar de mi existencia a la luz.
Pensamientos impuros para los demás,
lucidas realidades, palabras que
queman
esta es mi libertad, volví a mi
realidad
desde aquel día en que con un beso,
una caricia
me dijiste hasta aquí llegamos,
puedes marcharte ya.
(RJLR)
(Escrita
en Noviembre del 2004)
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