* Rocío Huillca, ganó las medallas de oro y plata en los 3 mil con
obstáculo y 1500 metros planos, solo tuvo 34 minutos entre prueba y
prueba como para recuperarse y hacer historia.
En su mente solo estaba la figura de su amigo. Las ventanas de su alma
estaban llenas de lágrimas, quería gritar, quería reír. Al final no
sabía como explicar esos sentimientos
encontrados. Tres días atrás había fallecido unos de sus mejores amigos,
Edwin Centeno; un día antes había cumplido 22 años lejos de su familia;
a las 6 de la tarde con 11 minutos del aquel 23 de marzo, se había
convertido la mejor atleta de Sudamérica en la prueba de los 3 mil
metros con obstáculos y obtuvo la medalla de oro.
De pronto Rocío Huillca sintió la luz de los flash, cuando reaccionó
se dio cuenta que ya tenia la bandera del Perú en sus hombros y solo
atinó a llamar a Yovana de la Cruz, la huancaína había ganado la presea
de plata juntas posaron para las cámaras.
-Déjame abrazarte en nombre de tu entrenador Julio (Pérez)-
Escuchó la arequipeña y sintió la fuerza del profesor Oscar Valiente entrenador de Jorge
Mc Farlane, mientras la abrazaba y felicitaba.
-Felicitaciones Roció- Expresó Roberto Coello Supervisor General del CEDE del IPD
-¿Quieres llamar a alguien?- Preguntó Daisy Zereceda Monge, mientras le ofrecía su teléfono celular satelital.
- Sí a mi mamá- Y la mistiana pudo hablar con su madre y hermana menos de un minuto.
Cuando Rocío cruzó la meta estaba
exhausta, pero mientras era felicitada, sintió que comenzaba a recuperar
fuerza, y se preguntó ¿Y por qué no puedo correr los 1500 metros?
- ¿Profesor Oscar (Valiente) cuanto falta para la prueba de los 1500?
- Ahora se está corriendo los 3 mil con obstáculo de los varones y
después viene los mil 500 damas. Creo en unos 20 minutos más ¿Por qué,
piensas correr?
Roció Huillca, se quedó callada, aún dudaba si podría correr la
prueba de los 1500 metros, horas antes había tomado la precaución del
caso y se inscribió en las dos pruebas, ya poseía el primer lugar en los
3 mil con obstáculo, ahora estaba en ella el seguir o no.
- "Chio" sí piensas correr, hazlo, corre sin compromiso sin presión- le recomendó Valiente.
De pronto Roció escuchó su nombre, volteó y vio uno de los jueces.
-Señorita, tiene que pasar control antidoping-
Se quedó callada, tenía que decidir.
-Disculpe. ¿Puedo pasar después, es que voy acorrer los 1500 metros?
El juez la miro, se dio cuenta que minutos antes había corrido y ganado, aceptó el pedido.
En seguida fue solicitada por la prensa, tanto colombiana e internacional.
-Yovana, un favor ayúdame a sacar mis cosas para cambiarme, me voy a ponerme esas zapatillas-
-¡Que! ¿Vas a correr?
La respuesta fue positiva y mientras se cambiaba de zapatillas, le
pasaron la voz que ya la estaban llamando para la prueba de los 1500
metros. Se paró, seguía con el polo y short pantaloneta mojada con la
que había participado en los 3 mil con obstáculo.
Cuando se dirigía rumbo a la zona donde tenía que confirmar su
participación paso cerca de las tribunas y allí recibió la ovación del
público.
“Es la peruana”, “Buena muchacha”, “Buena carrera, eres la mejor” términos como esos escuchaba.
- ¿Roció Huillca, con el número 106?-
- Sí- Confirmo su participación y luego le pintaron con un plumón el
número 1 en el muslo derecho para el control del foto finish.
-Un favor, no se si me pudiera dar un tiempo para poder cambiarme de polo y short que están mojados-
-¿Mojados?-
-Sí, es que hace un rato corrí los tres mil con obstáculos y usted sabe cuando se pasa por la posa pues uno se moja-
El juez la miró.
- Ah tú eres la peruana que ganó, muy bien hija no te puedo negar eso, ve a cambiarte voy a retrasar en unos minutos la prueba-
Rocío volteo y se dio cuenta que a su lado estaba su compatriota
Charo Inga Quinto, que también iba a participar en la prueba de los
1500.
-Charito un favor acompáñame aquel baño portátil a cambiarme-
Cuando ya estaba con un nuevo y seco uniforme de competencia, se
escucho que llamaban a las atletas a la tribuna principal para ser
presentadas.
Ya al frente del público. Cuando fue presentada la ovación fue estruendosa.
“Ella no es la que hace un rato corrió y ganó” “Buena peruana, que
valiente que eres” “Otra vez vas a ganar”, se escuchaba desde las
tribunas.
Luego, comenzaron a caminar hacia el punto de partida.
-Tranquila Charito-
-Rocío la verdad no se que hago aquí, yo solo vine a correr los 5 mil-
Llegaron a la partida y faltaban 6 minutos para el inicio.
-Charito, mejor muévete para tranquilizarte, se te ve nerviosa-
La arequipeña aun seguía cansada, quería concentrarse, se sentó en
la pista, estiró la piernas, mientras las rivales se movían, calentaban.
“Señoritas listas por favor”. Todas se pusieron en la línea de partida.
Y como siempre en cada prueba que Roció participa llegó a decir “Chicas buena suerte”.
De pronto se escuchó el disparo de la pistola de partida, nuevamente
en su mente apareció la figura de Edwin Centeno, el amigo que se había
ido al mas allá, una lagrima rebelde rodó por su mejilla, dio la primera
braceada y el primer tranco, se santiguó y salió al encuentro de su
destino, los relojes marcaban las 18:45 horas
Cuatro minutos con 40 segundos y 39 centésimas después, lograría la presea de plata.
(Escrita y publicada el 29 de marzo del 2010)
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