jueves, 30 de abril de 2015

LOS MÁRTIRES DE CHICAGO





LOCUTORA Jornadas de 12, de 14, de 16 horas… Las factorías norteamericanas amasaban enormes capitales con mano de obra barata, migrantes mal pagados, mujeres extenuadas, niños que no conocían los días de descanso.
 HOMBRE (MEDIA VOZ) El primero de mayo será la rebelión… 
MUJER (MEDIA VOZ) El primero de mayo será la rebelión… 
JOVEN (MEDIA VOZ) El primero de mayo será la rebelión… 
LOCUTOR El primero de mayo de 1886, una ola de huelgas sacudió a Estados Unidos. Cinco mil empresas quedaron paralizadas. 
LOCUTORA En Chicago, las fábricas cerraron, los muelles se clausuraron, y los obreros, en ropa de domingo, llenaron la avenida Michigan. 
EFECTO BULLA MULTITUD
 SPIES ¡Ocho horas para trabajar, ocho para descansar… ¡y ocho para hacer lo que nos dé la gana! 
EFECTO APLAUSOS LOCUTOR A lo largo y ancho del país, medio millón de obreros y obreras exigían una jornada laboral de ocho horas. En Chicago, 80 mil hacían huelga. 
EFECTO GRITOS Y BALACERA LOCUTORA En la fábrica Mc Cormick hubo un enfrentamiento. La policía disparó sobre la multitud. Seis trabajadores perdieron la vida y los heridos se contaron por decenas. 
LOCUTOR Ante la masacre, los dirigentes sindicales convocaron a una nueva manifestación el 4 de mayo en la plaza Haymarket. Era el atardecer de un día lluvioso. 
LOCUTORA Sobre un vagón y frente a miles de trabajadores, habló Augusto Spies, periodista alemán. Habló Albert Parsons, obrero norteamericano. Hablaron los líderes anarquistas. 
LOCUTOR De repente, policías fuertemente armados llegaron a la plaza Haymarket. Un capitán ordenó dispersarse a los manifestantes. Le respondieron que el mitin era legal y pacífico. LOCUTORA Entonces, ocurrió… 
EFECTO EXPLOSIÓN 
LOCUTOR ... Una bomba cortó el aire y explotó entre las filas de los uniformados. Un policía cayó muerto y varios quedaron heridos. 
EFECTO BALACERA 
LOCUTORA De inmediato, los guardias abrieron fuego cerrado sobre la multitud que huyó despavorida quedando atrás 38 muertos y más de 200 heridos.
 LOCUTOR Los dirigentes fueron apresados. La policía destruyó imprentas, allanó domicilios y detuvo a centenares de huelguistas. 
EFECTO SIRENAS POLICÍA 
LOCUTORA Chicago fue declarada en estado de sitio. Los periódicos pedían la cabeza de los subversivos. El Chicago Tribune editorializaba: 
VOZ “Para estos vagos harapientos, la mejor comida es una carga de plomo en el estómago”. 
CONTROL MÚSICA DRAMÁTICA 
LOCUTORA En el juicio, los testigos declaraban haber visto a los acusados arrojando la bomba sobre los policías. 
LOCUTOR El fiscal habló de una conspiración extranjera, porque varios detenidos eran migrantes alemanes. 
FISCAL Señores del jurado, denles a estos hombres un castigo ejemplar. Ahórquenlos. Así salvarán nuestras instituciones y nuestra sociedad.
 LOCUTORA El veredicto no sorprendió a nadie. Pena de muerte para Augusto Spies, Alberto Parsons, Adolfo Fischer, George Engel, Luis Lingg, Michael Schwab y Samuel Fielden. 
ENGEL ¿En qué consistió nuestro crimen?... ¡En luchar por un sistema social donde nadie pueda acumular millones mientras otros viven en la miseria! 
LOCUTOR Hubo manifestaciones de protesta en Estados Unidos y en todo el mundo. Pero de nada valió. La ejecución fue fijada para el 11 de noviembre de 1887.
CONTROL REDOBLE DRAMÁTICO 
LOCUTORA Al aproximarse la fecha, la sentencia de Fielden y de Schwab fue conmutada por cadena perpetua. Lingg apareció muerto en su celda el día anterior. 
LOCUTOR En el patio de la cárcel de Chicago se levantaron cuatro horcas. Los condenados llegaron al patíbulo entonando la Marsellesa. Era mediodía. 
LOCUTOR Mientras lo encapuchaban, Augusto Spies habló por última vez: 
SPIES ¡Llegará un tiempo en que nuestro silencio será más elocuente que las voces de los que hoy ustedes estrangulan! 
LOCUTORA Los nudos corredizos se apretaron callando para siempre a él y a sus compañeros. CONTROL LA MARSELLESA 
LOCUTOR Fueron enterrados en el cementerio de Waldheim. Sobre sus tumbas siempre hay flores rojas. 
CONTROL MÚSICA DRAMÁTICA 
LOCUTORA Pocos años más tarde, en 1893, el nuevo gobernador de Illinois permitió revisar el proceso. El juez Eberhardt probó que los testigos habían sido comprados, que el procurador había escogido el jurado a su antojo y que la bomba había sido arrojada por orden del mismo capitán de policía. Y concluyó: 
JUEZ Tal atrocidad no tiene precedente en la historia. 
LOCUTORA La Segunda Internacional Socialista, celebrada en París en 1889, había aprobado el Primero de Mayo como Día de los Trabajadores en memoria de los mártires de Chicago. 


  http://radialistas.net/article/los-martires-de-chicago/

miércoles, 29 de abril de 2015

EL AREQUIPEÑO QUE FUE “EL PATRÓN DE LA PELOTA”


Jorge Pardón García fue uno de los mejores jugadores que ha dado el fútbol peruano, integró la selección peruana en el primer mundial de fútbol en Uruguay 1930

Siempre me han preguntado quien para mi fue el mejor jugador del Mundo ¿Pele o Maradona? Y casi siempre he respondido Alfredo Di Stéfano, curiosamente nunca lo vi jugar. ¿Y en cuanto al mejor jugador arequipeño? Respondía, Jorge Pardón y al igual que el primero al arquero mistiano tampoco jamás lo vi jugar.
Hay poco material bibliográfico a la mano sobre este excelente futbolista arequipeño, algo de su trayectoria se puede encontrar en la ya famosa enciclopedia virtual de Wikipedia, también hay algo en el portal electrónico dechalaca.com.
También existen algunos escritos de su vida en el libro Del Canchón de Santa Marta a la Copa Perú, la Historia del Fútbol de Arequipa, escrita por el periodista Salomón Medina Zevallos, que era conocido como “El Che”.
Vamos a tratar de contar algo de este deportista que fue todo un ídolo en las primeras décadas del siglo pasado y que lamentablemente con el correr del tiempo la población arequipeña de a poco se va olvidando.
Según el cibernauta Leandro Preciado que parece estar bien informado, el nombre del destacado futbolista arequipeño era Jorge Hernesto Pardón García, hijo de don Enrique Pardón y Rebeca Garcia y nació un 4 de marzo de 1905 en Arequipa.
Inició su carrera como futbolista muy joven, y es que en 1920 y por cinco años jugó por el cuadro de Independencia. Dicen que tuvo una vida deportiva corta es que cuando tenía 29 años de edad y cuando descendió el Sporting Tabaco (hoy Sporting Cristal) en 1934 dejó de jugar al fútbol.
Sobre el tema Jorge Pardón, aparece unas declaraciones del él en la Revista Equipo del 14 de Diciembre de 1946 donde señala: “Mi carrera quizás fue muy corta. Empero, siempre tuve la obsesión por salir preparado a la cancha. Antes que la pelota prefería la gimnasia. Esa preparación que da flexibilidad a los músculos, resistencia al organismo, fortaleza al cuerpo. Para mí lo secundario era lo primario para otros jugadores: la diversión y el abuso con el balón”.
Uno de los acontecimientos que causó gran expectativa en el aficionado al fútbol en el año 1924 fue la conmemoración del centenario de la Batalla de Ayacucho y la inauguración de antiguo Estadio Nacional, para tales acontecimientos se organizó un partido entre las selecciones de Lima y Arequipa y en el arco del cuadro characato iba estar la figura de Jorge Pardón que ya era conocido como “El patrón de la pelota” por sus espectaculares a tajadas.
La selección de Arequipa, básicamente estaba formada por jugadores de Victoria del Huayco, FBC Melgar, Aurora, Independencia y White Star, entre los jugadores que destacaban podemos nombrar Luis Salcedo, Juan Rodríguez, Flavio Estrada, Jorge Chirinos, Carlos Franco y Jorge Pardón.
Mientras que la selección de Lima – Callao estaba integrada por elementos de los clubes: Atlético Chalaco, Sport Progreso, Sport Alianza Lima y la naciente institución de Universitario de Deportes. El partido fue toda una fiesta y tuvo la presencia del presidente de la república de aquel entonces Augusto B. Leguía.
El primer tiempo terminó sin abrir el marcador y el cotejo fue del agrado de los asistentes, los arequipeños mostraron mucha fuerza combinado con habilidades individuales, mientras que los de la capital exhibieron mucha picardía.
En el segundo tiempo comienza a ser figura Jorge Pardón, tanto así que era reconocido con aplausos por parte de los limeños, pero un descuido de la defensa de Arequipa, permite que Manolo Puente anotara el único tanto del partido.
Después del gol, el partido se tornó violente acabando en una batalla campal, tanto así que una crónica de la época cuenta los hechos. “Fue una escena rápida desagradable. Arana agredió a puñetazos al arequipeño, los demás jugadores tomaron parte agrediéndose mutuamente, también la policía arremetió contra los de la divisa celeste (arequipeños).”
Pero quizás el mayor logro de Jorge Pardón, fue se el arquero de la selección peruana que participó en el primer Mundial de Fútbol en Uruguay 1930.
 

Una crónica cuenta sobre el tema lo siguiente. “Lo obvio al hablar de Pardón es referirse a la tarde del 18 de julio de 1930. Aquella a partir de la cual quedó inmortalizado con el sobrenombre de ‘Patrón de la Pelota’. Ese día en que les atajó de todo a los uruguayos.
Se inauguraba el estadio Centenario y Perú era el comparsa del anfitrión. La blanquirroja había debutado en el primer Mundial cuatro días antes en el estadio de Pocitos ante Rumania, y el entrenador español Paco Bru había hecho atajar a Juan Valdivieso. El ‘Mago’ sufrió tres goles y para el cotejo ante Uruguay, cedió su lugar a Pardón. El arequipeño se lució, sobre todo, porque el cotejo fue un ataque y defensa, en el que atajó varios disparos en forma lucida según las crónicas de la época -sobre todo al centroatacante Petrone- y se ganó el reconocimiento del público charrúa, que había ido a ver golear a su equipo. Lo único que Pardón no pudo evitar fue el gol de Héctor ‘El Manco’ Castro, a los 62 minutos, que selló la segunda derrota peruana en el torneo.
Con la selección, Pardón jugó otros cinco partidos más entre los Sudamericanos de 1927 (en Lima, torneo que marcó el debut de la blanquirroja) y 1929 (en Buenos Aires). En total, recibió 19 tantos en su paso por el arco peruano, incluido el que le anotaron en el Mundial.”
Jorge Pardón, a la par que juega fútbol y destacaba, también lo hacía en el básquet y es que era una de las figuras del Atlético Bilis, legendaria institución basquetbolística del Callao. Con el Bilis disputó temporadas locales e internacionales y se mantuvo en el primer equipo hasta 1936, dos años después de su retiro del fútbol.


PUBLICADO EN EL BLOG http://rleanderasdeportes.blogspot.com/ AGOSTO 2010

jueves, 23 de abril de 2015

Ahora… ¿Para qué?


Un beso. ¿Por qué ahora?  ¿Para qué?
Para que sigas aún en mi mente
Para que esta braza de amor siga viva
Para que los recuerdos no se congelen en el frío del olvido
Para saber si aún me quieres,
 aunque sea en el infinito de la nada...
Como dice la canción “Aquí estás otra vez, cada vez que respiro”
Pero así es la vida, mi vida, tu vida…


(RJLR) (Ahora y aquí 23-04-15. 11:23 h)

EL SECUESTRO DE LOS PERONISTAS MONTONEROS

Miércoles 11 de junio de 1980. Gobierna el Perú, el presidente Francisco Morales Bermudez. Es Primer Ministro, Ministro de Guerra y Comandante General del Ejercito el General de División EP Pedro Richter Prada, ex Ministro del Interior y ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional, durante la administración del  presidente Velasco. (…) El arquitecto Fernando Belaunde Terry, Presidente Constitucional  electo, se prepara para asumir su segunda administración.

Es medio día. Un joven alto de 28 años, pelo castaño, ojos claros, casaca beige y pantalón marrón, corre desesperadamente por la Av. Alfredo Benavides de Miraflores. Le persigue un hombre armado, fornido, de 35 años, saco azul, pantalón beige. El perseguidor dispara en el momento que grita “agarren al ladrón”.

Varios empleados de una tienda van tras el perseguido y logran atraparlo en la esquina de Shell con Grimaldo de Solar y éste les grita. “No, no soy ladrón. Me han traído de la Argentina para matarme en el Perú”. No terminaba de hablar cuando su perseguidor le asesta un violento  culatazo que le arroja al suelo y le rompe la cabeza. Es cuando aparecen dos policías que han escuchado los balazos. Los custodios del orden obligan al secuestrador a llevar a Federico Frías Alberque –así se llamaba el perseguido- al hospital de emergencia “Casimiro Ulloa”.

Frías Alberque, es un ciudadano argentino, peronista, a quien persigue el gobierno del General Videla. Antes de ser conducido para ser tratado en el hospital, pues tiene rota la cabeza de la que mana abundante sangre, Frías dice a quienes presenciaban la escena que le están secuestrando y le quieren matar, que por favor avisen a los periodistas. Afirma  también que fue capturado por un comando ultraderechista y logró escapar. El hombre fornido amedrenta a uno de los testigos: “Mirá pibe, más vale que te callés”.

Federico  Frías Alberque fue visto por última vez en la oficina del Mayor Comisario Alfredo Ruiz Sánchez. A partir de allí las pruebas de su secuestro desaparecieron como por arte de magia.


(Del Libro: El Espía de Fujimori. Descubiertos sus secretos. Autor: Augusto Zimmermann Zavala)

Golpes de amor


-¿Usted me acaba de tomar fotos, verdad?
- Claro
- ¿Usted cree que me lo puede mandar a mi correo?
-No hay problema ¿Pero por qué escogiste el boxeo. No eres muy joven, finita y bonita?
-No, para nada. ¿Qué edad cree usted que tengo?
- Me parece que 16 máximo 18, no más
-Ja, ja, ja. ¡No! Tengo 24 años, pero no se preocupe ya me dijeron eso.
-Vale. ¿Y por qué boxeo?
- Por el mundo donde me desenvuelvo
-¿Cómo es ese mundo?
- Normal. Lo que pasa como me ven pequeña y flaquita, piensan que pueden abusar de mí. Pero están equivocadas.
- ¿A, bullying donde estudias?
- No, lo que pasa es que un día tuve una pelea con una chica más grande y bien gorda.
- ¿Por qué?
- Es que dice que le quite a su enamorada. Soy lesbiana.
-Oye eso no se hace, hay que respetar la carne de los demás
- Ja, ja, ja. Que gracioso. ¿Cuándo me entrevista usted?
- Cuando ganes
- ¿Entonces entrenaré duro?
(RJLR)

viernes, 17 de abril de 2015

TU COMO LAS FLORES - CANTO DEL ALMA


Que tarde tan triste, qué solo me siento, 
un verso en mis labios comienza a crecer 
y como algún ángel que bajó del cielo, | 
entre la arboleda te miro volver. | (bis) 


Los pétalos suaves, que en el viento juegan, 
en las rosas marcan temprano morir, 
así es el destino de las cosas bellas, | 
tú, como las flores, tenías que partir. | (bis) 

ESTRIBILLO 
Cuando a mi llegue la noche, 
trepado en un rayo de luna me iré, 
a verte muchacha, allá entre los astros, | 
y sentir de nuevo el calor de tu piel. | (bis) 

Recitado: 
Las flores silvestres, que adornan la tierra, 
que tapa tu cuerpo, que tanto adoré, 
y la cruz aquella que clavé en tu tumba | 
la llevo en mi pecho clavada también 


Las aguas del río murmuran tu nombre, 
la costa morena te mira pasar, 
en una guitarra, de azules acordes, | 
se quiebra dolida mi voz al cantar. | (bis) 


Cual bombo que gime surcando el silencio , 
rodeado de sombras palpita el ayer, 
y la cruz aquella que clavé en tu tumba | 
la llevo en mi pecho clavada también. | (bis)

Conflicto



El viento me trajo el sonido de mi ayer
El pasado que asesine un domingo de lluvia
Con mi culpa de no aceptar  el perder
Ese  paisaje dibujado en tu piel, en tu partida

¿Para qué?  O ¿Por qué? Más lluvia del alma.
¿Volverás?, No. Nunca nadie regresa de allá
Solo queda danzar en el recuerdo de tu amor
Ese cariño que muchos  le tienen temor

 Partiste… ¿Me esperadas?
Voy camino, esa ruta del más allá

(RJLR)
(Escrita  hoy 17-04-2015. 12:15 horas)

Zamba de amor en vuelo - Tamara Castro



Como un tizón encendido, 
Ardiendo adentro mi sangre, 
Tu sombra viene conmigo 
Y no la puedo arrancar. 

Te llevo por los caminos, 
Como un abrojo prendido, 
Prendido a mi caminar. 

Te llevo por los caminos, 
Como un abrojo prendido, 
Prendido a mi guitarrear. 

Por esas ramas del viento 
Veo anunciado tu pelo, 
Y en los alambres del tiempo 
Jirones de soledad. 

Se deshilacha el recuerdo 
Sabiendo que estas muy lejos 
Y que ya no volverás. 

Se deshilacha el recuerdo 
Sabiendo que estas muy lejos 
De aquella nuestra verdad. 

Estribillo: 
Estremecidos de cielo 
Yo ví tus ojos llorar. 
La noche... pide guitarra 
La zamba busca el olvido 
Y yo te quiero cantar. 
La noche pide guitarra 
La zamba busca el camino, 
Yo no te puedo olvidar. 
______________________________________ 

Como un sutil alfarero 
Te fui tallando en mis sueños 
A golpe de greda y fuego, 
A fuerza de tanto amar. 

Y en el telar de un coplero 
Te dibujé verso a verso 
Para no perderte más. 

Y en el telar de un coplero 
Te dibujé verso a verso 
Para besarte al cantar. 

Aquella luna perdida 
Como un capullo en el cielo, 
Se me hace que es tu pañuelo 
Que en una zamba se va. 

Y en el temblor del lucero, 
Como siguiendo tu vuelo, 
Mis pensamientos se van. 

Y en el temblor del lucero, 
Como siguiendo tu vuelo 
Mi amor... 
Mi amor te sale a buscar. 

Estribillo: 
Estremecidos de cielo 
Yo ví tus ojos llorar. 
La noche... pide guitarra 
La zamba busca el olvido 
Y yo te quiero cantar. 
La noche pide guitarra 
La zamba busca el camino, 
Yo no te puedo olvidar. 

jueves, 16 de abril de 2015

EL ADIOS CON FRUSTRACION

Por su mente pasaba un sinfín de soluciones. En el fondo él quería que llegue. Él deseaba tenerlo.
-¿Dónde nos encontramos?
-En el lugar de siempre-
-Ok. En media hora-
Guardó el teléfono celular. Paró el taxi; iba pensando en esa determinación, se sentía mal.
El punto de encuentro, como siempre ella llegaba tarde. De pronto la figura: delgada, seria, el pelo recogido con una cola. Polo ceñido color claro, pantalón buzo ceniza.
Hablaron. Discutieron
-No puedo. No quiero-
Estiró su  brazo, cogió su mano y le deposito los cuatro billetes
-No estoy de acuerdo, pero has lo que tú quieras. No quiero verte nunca más-
Se despidieron como enemigos. Ella cruzó la calle trotando.
Él la observaba como se perdía en medio de la gente que iba al centro de abastos. Aún la amaba.
Y pasaron días, semanas, meses. Se fueron las estaciones. Y no hay nada como el tiempo que cure esas heridas del alma. Siempre se preguntaba que habrá sido de su vida. Varias  lunas pasaron  y no sabía nada ella.
Pero siempre, en una fecha determinada se decía que ese día hubiera cumplido un año, dos…
Una tarde se enteró que ella iba concebir. Él se preguntó de quién.
Sé sintió mal, ese siempre lo había tratado mal, estaba seguro que no la quería, ese no podía querer a nadie. ¿Por qué él?
Su nueva compañera aquella que le llenaba de ternura y placer lo abrazo.
-No te pongas mal.  Sé que aún la amas. Quizás ella nunca te amo. Llora, sí llora, aunque sea tarde-

(RJLR)

martes, 14 de abril de 2015

La hora tres llegó


Era su deseo de vivir junto a él de verdad
Ella había capturado al cometa que tanto deseaba
Era su sueños de ver sus ojos en ese deseo
Ella corría al encuentro del ese mundo que se le venía
Era ese amor que guardaba su fortaleza
Ella lo amaba,
eran una década de lucha.

Él supo entregar un mundo de ilusión y esperanza
fue su cobardía de no empezar lo que ya terminó
Él supo llorar por ese pasado que le hacía feliz
fue su noche de sombras y placer su presión eterna
Él es sincero a su manera, esa manía de siempre
fue la sonrisa fujaz el puñal de dolor y alegría
Él sabrá que hacer..
No se acaba el mundo.

Sabe, siente, espera y llora
Los mira, son su razón de ser
dos sonrisas, dos esperanzas.
Solo espera, sabe que él llegará
Ya no ama, solo recuerda
Ya no sueña, solo reflexiona
Pasó la luz, debe ser el momento
Él entró, mira y habla.
Sabe que es la otra, la engañada.
Y...ella espera, sí espera a él y al cometa...

(RJLR)
(Escrita hoy 14-04-2015. 20.43 horas)

lunes, 13 de abril de 2015

America morena sangrada


Cuando Cristóbal Colón decidió atravesar los grandes espacios vacíos al oeste de la Ecumene, había aceptado el desafió de las leyendas. Tempestades terribles jugarían con sus naves, como si fueran cáscaras de nuez, y las arrojarían a las bocas de los monstruos. Solo faltaban mil años para que los fuegos purificadores del juicio final arrasaran el mundo, según creían los hombres del siglo XV, y el mundo era entonces el mar Mediterráneo con sus costas de ambigua proyecciones hacia África y Oriente.
América no solo carecía de nombre. Los noruegos no sabían que la habían descubierto hacia largo tiempo, el propio Colón murió, después de sus viajes, todavía convencido de que había llegado al Asia por la espalda. En 1492, cuando la bota española se clavo por primera vez en las arenas de las Bahamas, el Almirante creyó que estas islas eran una avanzada de Japón.
España vivía el tiempo de la reconquista. 1492 no fue solo el año del descubrimiento de América, el nuevo mundo nacido de aquella equivocación de consecuencias grandiosas. Fernando de Aragón e Isabel de Castilla abatieron a comienzos de 1492 el último reducto de la religión musulmana en suelo español. Había costado casi ocho siglos recobrar lo que se había perdido en siete años, y la guerra de la reconquista había agotado el tesoro real. Tres años después del descubrimiento, Cristóbal Colon dirigió en persona la campaña militar contra los indígenas de la dominicana.
Un puñado de caballeros, doscientos infantes y unos cuantos perros especialmente adiestrados para el ataque diezmaron a los indios. Más de quinientos, enviados a España, fueron vendidos como esclavos en Sevilla y murieron miserablemente. Pero algunos teólogos protestaron y la esclavización de los indios fue formalmente prohibida al naces el siglo XVI. América era el vasto imperio del Diablo, de redacción imposible o dudosa, pero la fanática misión contra le herejía de los nativos se confundía con la fiebre que desataba, en las huestes de las conquista, el brillo de los tesoros del Nuevo Mundo.
Colon quedo deslumbrado, cuando alcanzo el atolón de San Salvador, por la colorida transparencia del Caribe, el paisaje Verde, la dulzura y la limpieza del aire, los pájaros esplendidos y los mancebos. A los indígenas les mostró las espadas. Ellos no las conocían, las tomaban por el filo y se cortaban. Mientras tanto el Almirante buscaba oro y vide que algunos de los indígenas traían un pedazo colgado en un agujero que tenían en la nariz y por señas pudo entender que yendo al sur o volviendo a la isla por el sur, había un rey que habitaba allí que tenia grandes vasos dello y tenia mucho oro. En su tercer viaje Colón seguía creyendo que andaba por el mar de China cuando entro en las costas de Venezuela; ello no le impidió informar que desde allí se extendía una tierra infinita que subía hacia el Paraíso Terrenal. Con despecho escribía Colón a los reyes, desde Jamaica, en 1502: Cuando lo descubrí las Indias, dije que eran el mayo señorío rico que hay en el mundo. Yo dije del otro, perlas, piedras, preciosas, especias.
Una sola bolsa de pimienta valía, en el medioevo, más que la vida de un hombre, pero el oro y la plata eran las llaves que el renacimiento empleaba para abrir las puertas del paraíso en el cielo y las puertas del mercantilismo capitalista en la tierra. Las tierras vírgenes, densas selvas y de peligros, encendían la codicia de los capitanes, los hidalgos caballeros y los soldados en harapos lanzados a la conquista de los espectaculares botines de guerra: creían en la gloria, y en la audacia.
Nació el mito de Eldorado, el monarca bañado en oro que los indígenas inventaron para alejar a los intrusos: desde Gonzalo Pizarro hasta Walter Raleigh, muchos lo persiguieron en vano por las selvas y las aguas del Amazonas y el Orinoco.
El espejismo del “cerro que manaba plata” se hizo realidad en 1545, con el descubrimiento de Potosí. Había si oro y plata en grandes cantidades, acumulados en la meseta de México y en el altiplano andino. Hernán Cortes revelo para España en 1519 la fabulosa magnitud del tesoro azteca de Montezuma y quince años después llego a Sevilla el gigantesco rescate, un aposento lleno de oro y dos de plata, que Francisco Pizarro hizo pagar al Inca Atahualpa antes de estrangularlo.

(Del Libro: Las Venas abiertas de América Latina. Autor: Eduardo Galeano)

El jugador

Corre, jadeando, por la orilla. A un lado lo esperan los cielos de la gloria; al otro, los abismos de la ruina.
El barrio lo envidia: el jugador profesional se ha salvado de la fábrica o de la oficina, le pagan por divertirse, se sacó la lotería. Y aunque tenga que sudar como una regadera, sin derecho a cansarse ni a equivocarse, él sale en los diarios y en la tele, las radios dicen su nombre, las mujeres suspiran por él y los niños quieren imitarlo.
Pero él, que había empezado jugando por el placer de jugar, en las calles de tierra de los suburbios, ahora juega en los estadios por el deber de trabajar y tiene la obligación de ganar o ganar.
Los empresarios lo compran, lo venden, lo prestan; y él se deja llevar a cambio de la promesa de más fama y más dinero. Cuanto más éxito tiene, y más dinero gana, más preso está. Sometido a disciplina militar, sufre cada día el castigo de los entrenamientos feroces y se somete a los bombardeos de analgésicos y las infiltraciones de cortisona que olvidan el dolor y mienten la salud. Y en las vísperas de los partidos importantes, lo encierran en un campo de concentración donde cumple trabajos forzados, come comidas bobas, se emborracha con agua y duerme solo.
En los otros oficios humanos, el ocaso llega con la vejez, pero el jugador de fútbol puede ser viejo a los treinta años. Los músculos se cansan temprano: -Éste no hace un gol ni con la cancha en bajada.
-¿Éste? Ni aunque le aten las manos al arquero.
O antes de los treinta, si un pelotazo lo desmaya de mala manera, o la mala suerte le revienta un músculo, o una patada le rompe un hueso de esos que no tienen arreglo. Y algún mal día el jugador descubre que se ha jugado la vida a una sola baraja y que el dinero se ha volado y la fama también. La fama, señora fugaz, no le ha dejado ni una cartita de consuelo.

(Del Libro: El Fútbol a Sol y Sombra. Autor: Eduardo Galeano)

El fútbol


La historia del fútbol es un triste viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí.
En este mundo del fin de siglo, el fútbol profesional condena lo que es inútil, y es inútil lo que no es rentable.
A nadie da de ganar esa locura que hace que el hombre sea niño por un rato, jugando como juega el niño con el globo y como juega el gato con el ovillo de lana: bailarín que danza con una pelota leve como el globo que se va al aire y el ovillo que rueda, jugando sin saber que juega, sin motivo y sin reloj y sin juez.
El juego se ha convertido en espectáculo, con pocos protagonistas y muchos espectadores, fútbol para mirar, y el espectáculo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo, que no se organiza para jugar sino para impedir que se juegue. La tecnocracia del deporte profesional ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohibe la osadía.
Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad.

(Del Libro: El Fútbol a Sol y Sombra. Autor: Eduardo Galeano)

domingo, 12 de abril de 2015

Arañas y ratas - Riff


Tanto desperdicio, de tanta evolución,
sólo quedó el recuerdo;
basta de lujuria, basta de estupidez,
el péndulo está en movimiento.

Y al despertar sólo pude encontrarme con esto,
y yo que pensaba que todos estabamos de acuerdo.

Arañas y ratas tan sólo encontré en la noche,
arañas y ratas tan sólo encontré en la noche.

Hace mucho tiempo que estoy parado aquí,
mirando hacia el infinito;
tratando de encontrarle alguna solución,
y estamos hundiéndonos lo mismo.

Y una docena de perros me mira los dientes,
y casi un millón de personas se caen al abismo.

Arañas y ratas tan sólo encontré en la noche,
arañas y ratas tan sólo encontré en la noche.

Girando y girando un día me encontré
viajando hacia Transilvania;
y en una pesadilla llegué a la conclusión,
había que hacerlo distinto.

Y la segunda marea me mueve la tierra,
y el hombre que mira los trenes se ríe de nosotros.

Arañas y ratas tan sólo encontré en la noche,
arañas y ratas tan sólo encontré en la noche.

jueves, 9 de abril de 2015

Los payasos de la TV


Javier, periodista de televisión, entra al gimnasio con una son risa prefabricada. Lanza un saludo general a los demás, piensa  que es el salvoconducto para el olvido y se sube a la bicicleta, un trono  temporal. Desde allí mira el museo  de pesas, máquina y  bolsas  de boxeo. El ejercicio de la ducha  de las cinco, las últimas escalas de la tarde, los trámites del cuerpo, un pretexto para la soledad. El trote y las pesas y la cortina de agua, barreras  antes y contra el noticiero, contra los corredores del canal, contra su  gesto de robot risueño frente a la cámara, su cara de emitir noticias.

Es así. Llegar, ponerse la corbata, aclimatar una cara de muñeco frente al ojo vibrante, decir buenas noches amigos, hoy el presidente Fujimori  anunció una donación de computadoras, y aquí nuestros principales titulares; monologar una hora, sonreír con una inocencia, despedirse. Era una cuestión de poner el cuerpo, repetir las frases, estirar el cuello como un cisne de fierro hasta la negrura bienvenida de la media noche (un Dormex a esa hora a los dos de la madrugada).

Su  vida, un campo de entrenamiento de caras felices, un payaso serio repitiendo bromas frente  al ojo oscuro del mundo. Esa tarde, después del gimnasio (y de la sala vacía y de la cara de su esposa Marita: “Allí está tu sopa, gordi, ya te mandé planchar tu camisa”), otra vez las paredes de manchas largas del canal, otra vez el polvo del maquillaje frente al espejo, ¿ponemos nuestra cara de cojudos o todavía? Ay, cállate le decía Jimena  que leía las noticias a su lado, pero si es la verdad, pues, mira, buena noches, amigos, hoy es miércoles veinte de mayo del año 2000 y estas son las principales noticias cuando debería decir  buenas  noches amigos, yo soy el mayordomo comisionado a la pantalla y vengo de parte de los cocineros de este canal  que en coordinación con los delincuentes de terno y corbata del SIN le han preparado el siguiente bufet de comunicados oficiales. Aquí va la bola perfumada  que les hemos empaquetado. El  gobierno donó diez tractores y veinte carros patrulleros, ñaca, ñaca, chúpense  esa. El ministro anuncia donaciones de cien computadoras, jojolete, va por ustedes. Viva nuestra Fuerza Armada, viva el presidente Fujimori, viva el doctor Montesinos, arriba esas palmas, compañeros. Eso es lo que tenemos que decir, Jime, sólo que no.  Nunca la decencia de reírse mientras habla. Debía velar por su sueldo, por su hija,  por su terno, por el brillo en sus zapatos, por su pijama sin huecos, por su esposa Marita que es la sobrina del dueño.  Nunca ponerse la nariz de payaso frente a cámaras ni a dibujarse la boca roja  ni a ponerse un traje a colores. Un payaso circunspecto, un bufón crispado, un malabarista paralítico. Ñaca, ñaca, jojolete. Buenas noches, señores,  el más cómico de todos los saluda, los informa y despide gritando  que viva el circo.

Se levanta, entra al baño, se despide rápidamente de Marita, la cara de  nueve años, la piel tibia de Paola (“voy a verte, papi, no me duermo, voy a verte), y se sube al Peugeot que el canal le acaba de regalar. La hilera de carros rabiosos, los casetes del Chico Buarque contra el ruido de afuera, hasta las escalares la piedra plastificada, sube a toda velocidad, como huyendo de algo que sube con él.


Adentro, la rutina esperada. La reunión con Tato, el repaso de los papeles, las pastillas. La música rápida, él  contento. Javier está sentado. Las facciones profesionales,  el   esbozo risueño, el medicamento de las palabras: “Buenas noches, amigos, hoy es miércoles veinte de mayo  y estas son las principales noticias de la jornada…”.

Del libro: Grandes Miradas. Autor: Alonso Cueto

miércoles, 8 de abril de 2015

Muerto (S-I)


Cuando el viento caiga en el hoyo del silencio
Cuando el sol destelle luz en la oscuridad de la noche
Cuando Dios  se haya ido para no regresar
Cuando la verdad sea mentira y la mentira real
Yo dejare de amarte, amarte y amarte
Mientras tanto déjame de descansar en mi tumba

RJLR (Escrita en mayo del 2002)

Quizás lo último que escriba para ti



¿Mí pasado?
¿Sabes tú si eres parte de mí pasado?
Cuanto ha pasado viendo las fotos de anoche…
¡Mi pasado!
¿Y el tuyo?..
Música celestial en mis oídos al escuchar tu voz.
Sorpresa irreal, regalo de Navidad…
¿Por qué llamar ahora?
¿Será odio o amor en realidad?
No. Estoy de salida por ahora.
Tu risa, tu mira, son lo mejor,
pero todo acaba a si sea lo mejor.
Sé que estoy viajando y eso es lo peor;
el puerto esta lejos, pero allá hay amor.
Mi pasado, se quedó con tu sonrisa.
Mi pasado, se quedó con tu mirada.
Mi pasado, será mi presente y mi futuro.
Inicié el viaje amándote,
llegaré recordándote.
Pero hay pasados que nunca son pasados,
solo recuerdos, bellos recuerdos.
 
RJLR (Escrita en diciembre 2008)

 

domingo, 5 de abril de 2015

RAZONES DEL 5 DE ABRIL DEL 1992


Los sucesos llegaron a su límite en marzo de 1992. A su regreso de nueva visita al Japón. Fujimori encontró el frente doméstico con más problemas que nunca. El sistema judicial, se quejó ante sus asesores, parecía determinado a contrarrestar sus iniciativas antiterroristas. La Corte Suprema había dictaminado sólo un par de días antes que no había suficientes pruebas para juzgar a Abimael Guzmán por cargos de subversión, asesinato y ataques armados. Al mismo tiempo, más de cien prisioneros convictos por cargos de terrorismo habían sido puestos en libertad en circunstancia sumamente sospechosas. Irritado, Fujimori rehusó la primera de una serie de recomendaciones para nuevos nombramientos judiciales que le habían enviado el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).

Pero fue la propia esposa de Fujimori, Susana, quien le hizo el mayor daño. El 24 de marzo de 1992, en una bulliciosa conferencia de prensa en vivo, acusó a su propia familia política de traficar con las donaciones de ayuda, principalmente con la ropa usada enviada por amigos de Japón para los pobres del Perú. La mayor culpable era Clorinda Abisui, esposa de su cuñado Santiago, dijo Susana. Clorinda y Rosa, la hermana mayor de Fujimori y esposa de Víctor Aritomi, embajador de Perú en Japón, seleccionarían las pilas de ropa a ser distribuida entre los más necesitados apropiándose de la mejor para sí misma y destinado las de segunda calidad a la venta en boutiques elegantes de ropa de segunda mano. “Sólo llevaban estropajos a las provincias”, declaro. Susana, adicionalmente, acusó al mismo Santiago (a quién se refería como un “pendejo”) y a su cuñada Rosa de canalizar las donaciones oficiales japonesas por fuera de la Fundación de los Niños del Perú que ella lideraba. Sus acusaciones causaron una tormenta de interés público, y de la prensa, al punto que dominaron las noticias durante días.

El ataque era particularmente sorprendente por venir de una mujer que siempre había mostrado apoyo a su esposo en público. Mientras visitaba algunos pueblos jóvenes esa tarde, Fujimori fue sorprendido abiertamente cuando los periodistas le preguntaron sobre las acusaciones frontales de su esposa. Se limitó a decir, cautelosamente, que hasta donde él sabía, las donaciones habían sido distribuidas “en forma adecuada”, pero prometió “una posición inflexible sobre la moralización”. Dentro de las 24 horas, el llamado “Ministerio Público” había designado a un fiscal especial para investigar las explosivas acusaciones de Susana. La primera dama ya había dicho que ella podía proporcionar nombres y detalles de las tiendas donde estaba siendo vendida la ropa en cuestión.

Había un buen fundamento para creer que el asunto de Susana era el detonante inmediato para un golpe: la acusación contra la familia de su esposo era, en sí misma, claramente insuficiente; sin embargo, pudo haber acelerado la decisión ya tomada. Algunos analistas detectaron la mano de Montesinos, quien habría intentado fortalecer su posición a costa de influyente Santiago Fujimori. Significativamente, el fiscal ad –hoc asignado para la investigación fue Víctor Cubas, quien había trabajado para Vladimiro Montesinos en defensa de traficantes de drogas a principios de los 80. Un manojo de periodistas comenzó a oler un encubrimiento. Al mismo tiempo, el Congreso amenazó con designar a una comisión para investigar las acusaciones de Susana en cuanto se reuniese el 7 abril.
La prensa pro Fujimori, desconcertada con las acusaciones de Susana, hizo lo que pudo. El 29 de marzo, Expreso decía que las promesas de extensa investigación “devuelven la tranquilidad al país” y “revelan una actitud clara ante la inmoralidad”. Sin embargo, el asunto de la ropa usada provocó el primer cuestionamiento público sobre la posible (aunque a pequeña escala) corrupción en el gobierno y sobre la verdadera relación entre Fujimori y Susana.

A partir del jueves 2 abril en adelante, Fujimori y Montesinos sostuvieron una serie de largas reuniones con el alto mando del SIN y oficiales militares; Susana desapareció de la escena pública y no fue vista durante muchas semanas; y toda la familia Fujimori se mudó de Palacio a un lugar más seguro adentro de la sede del Ejercito, el “Pentagonito”. El viernes y sábado, varias reuniones de alto nivel se llevaron a cabo en la sede del SIN en Chorrillos, encabezadas por Montesinos. El día sábado Fujimori se reunió nuevamente con los altos mandos del Ejército y rechazó siete esperanzadoras candidaturas a la Corte Suprema, supuestamente porque era opciones “políticas”.
Simultáneamente, se estaban desarrollando presiones incómodas en el frente externo – y ya no estaba Hernando de Soto para tratar con los americanos. En anticipación a su viaje programado al Perú para principios de abril, el subsecretario de Estado para las Américas de los Estados Unidos, Bernard Aronson, envió a Fujimori una lista de 170 mandos del Ejército que se consideraba que estaban involucrados en el tráfico ilícito de drogas. Aronson había solicitado a Fujimori que diese los pasos necesarios para efectuar una purga de los mencionados oficiales: los dos tenían programado una reunión para el 6 de abril.

Toda la evidencia disponible muestra que la decisión del golpe de estado fue tomada el viernes 3 de abril e inmediatamente fue comunicada a las cabezas de las tres armas. Nicolás de Bari Hermoza Ríos, comandante general del Ejército y jefe del Comando Conjunto; almirante Alfredo Arnaiz, de la Marina peruana y al comandante general de la Fuerza Aérea, Armando Velarde. El texto del mensaje de Fujimori a la nación estuvo en manos de Montesinos el domingo por la mañana; en la tarde, Fujimori lo grabó en una cinta de vídeo y acompañado por Montesinos, llevó a cabo una reunión con el entonces ministros de Trabajo. Para las 6 p.m., los oficiales de guardia en la sede de la Segunda Región Militar en el Rimac y otras entidades claves de las Fuerzas Armadas habían recibido órdenes del general Hermoza para que estén totalmente preparados para mover sus tanques hacia las calles de Lima cuatro horas después.

En el círculo del poder más inmediato, los ministros del gabinete fueron los últimos en enterarse. Fujimori los llamó al Pentagonito a las 9:00 p.m., justo sesenta minutos antes de que el vídeo grabado saliera al aire...
(Del Libro: El Expediente Fujimori: El Perú y su Presidente 1990-2000- Autora: Sally Bowen)

Tallando - Tito Fernández



Hablado
En la viruta del avellano
que estoy tallando, tallando,
se pueden ver, cafecitas,
las rayitas de mi canto. 
 
Canto
Estoy haciéndome un Cristo,
con mi paciencia y mi calma,
pa'que me sirva de abrigo
cuando se me hiele el alma,
cuando se me hiele el alma.
Aquí en el monte está "helao",
y no hay poncho que me cubra
el que tenía lo hei' "dao"
pa'que abriguen a la luna,
pa'que abriguen a la luna.
 
 Hablado
En la viruta del avellano.
que estoy tallando, tallando,
se pueden ver, cafecitas,
las rayitas de mi canto.
 
Canto
Con mi cuchillo y mi pena,
entre el verdor de la vida,
voy hiriendo la madera
y agrandando más mi herida,
y agrandando más mi herida.
Ya no me quedan tristezas,
todas se las llevó el viento,
del amor sólo me queda
la amargura de un recuerdo,
la amargura de un recuerdo.
 
Hablado
En la viruta del avellano,
que estoy tallando, tallando,
se pueden ver, cafecitas,
las rayitas de mi canto.
 
Canto
En esta cruz de madera,
desde la tierra nacida,
cuántas horas, placenteras,
se han pegado agradecidas,
se han pegado agradecidas.
Empecé este crucifijo,
sin pensar, hace tres días,
yo nunca he creído en Cristo
pero qué falta me hacía,
pero qué falta me hacía.
 
Hablado
En la viruta del avellano
que estoy tallando, tallando,
pedacito a pedacito
las penas se van quedando.

MI AMIGO EL CARPINTERO


Guerrero que nunca entendieron su guerra,
carpintero en un desierto sin madera,
pastor de rebaños traicionado.
Pero es luz en las oscuras y tormentosas
noches de nuestra existencia.
Paz, amor, perdón todo por montó;
yo estaba jodido hasta que lo encontré
fuera del templo y de la oración,
en mi poema y mi canción.
Tu ve que ver su rostro para saber
que lo necesitaba y desde entonces
con mi lanza voy por su ruta aunque
no lo crean, porque él es el Carpintero de Galilea
mí amigo el flaco llamado Jesús.
(RJLR)
(Escrita en Febrero del 2004)

viernes, 3 de abril de 2015

LA CRUCIFIXION EN DETALLE


La costumbre romana de la crucifixión seguía una serie  de procedimientos muy preciso. Una vez dictada la sentencia, la víctima era flagelada, con el consiguiente debilitamiento producido por la pérdida de sangre. Luego, con los brazos extendidos, era sujetada  -generalmente por medio de correas, aunque a veces se usaban clavos- a una pesada viga de madera colocada horizontalmente a lo largo de su cuello y de sus hombros. Cargada con este madero, era entonces conducida al lugar de la ejecución. Una vez allí, con la víctima colgada de él, el madero era alzado y unido a un poste  o pilote vertical.
Colgada así de las manos, a la víctima le resultaba imposible respirar a no ser que los pies también estuvieran sujetados a la cruz, lo que le permitía apoyarse en ellos para aliviar la presión que sufría en el pecho. Pero a pesar del terrible dolor, un hombre suspendido con los pies sujetados  -y especialmente un hombre sano y en buena forma-  normalmente sobrevivía como  mínimo uno o dos días. De hecho, a menudo la víctima tardaba  hasta una semana en morir: de agotamiento, de sed o, en el caso de que se utilizasen clavos, de una infección de la sangre. Esta agonía atenuada  podía acelerarse rompiendo las piernas o las rodillas de la víctima, cosa que,  según los evangelios, se disponía a hacer los verdugos  de Jesús antes que se lo impidieran.  La ruptura  de las piernas o de las rodillas  no era  tormento sádico  complementario. Al  contrario, era un acto de  misericordia, un golpe de gracia que provocaba  una muerte muy rápida. Sin nada que sostuviera a la víctima, la presión en el pecho se hacía intolerable  y el desgraciado se asfixiaba  rápidamente.
 (…) ¿Qué pudo construir  la causa de la muerte? No el lanzazo en el costado, pues el cuarto evangelio afirmar que Jesús ya había muerto cuando le fue infligida esta herida  (Juan 19, 33). Sólo cabe una explicación: la muerte se produjo a causa de una combinación de agotamiento, fatiga, debilitamiento general y el trauma de la flagelación. Pero ni siquiera estos factores tenían por qué resultar  fatales tan pronto.  (…)  Según el cuarto evangelio, los verdugos de Jesús se disponían  a romperles las piernas, lo que hubiera acelerado su muerte.  ¿Por qué tomarse esta molestia si ya  estaba moribundo?  En otras palabras no valía la pena romperle  las piernas a Jesús a  menos que la muerte no fuera en realidad inminente.
En los evangelios la muerte de Jesús se produce en un momento que resulta casi demasiado conveniente, demasiado oportuno. Se produce justo  a tiempo de impedir que los verdugos  le rompan las piernas. Y, al producirse precisamente en tal momento, le permite cumplir una profecía del Antiguo Testamento.
En resumen, el aparente y oportuno “fallecimiento” de Jesús –que en el momento preciso le salva de una muerte cierta y le permite cumplir  una profecía-  es sospechoso por  no decir algo peor. Es demasiado perfecto, demasiado preciso para ser una coincidencia. O se trata de una interpolación posterior, una vez ocurrido  el hecho, o forma parte  de un plan cuidadosamente trazado. Hay muchas pruebas complementarias que sugieren que se trata de los segundo.
En el cuarto evangelio Jesús,  colgado en la cruz, declara que tiene sed. En respuesta a esta queja le  ofrecen una esponja  supuestamente  empapada en vinagre, incidente que aparece también en  los otros evangelios. Generalmente se interpreta que dicha  esponja es otro acto de burla sádica. Pero ¿lo fue realmente?  El vinagre  -o vino agriado- es un estimulante temporal cuyos efectos no son distintos  de los de las sales aromáticas. Se utilizaba con frecuencia en aquel tiempo para reanimar a los esclavos de las galeras. En un hombre herido y agotado, un poco  de vinagre,  olido o degustado, surtiría un efecto restaurador, una oleada  temporal de energía.  Y, sin embargo, en el caso  de Jesús el efecto es justamente lo contrario.  Apenas inhala o degusta la esponja, pronuncia sus palabras finales  y “entrega el espíritu”. Desde el punto de vista fisiológico, esta reacción sería perfectamente compatible con una esponja empapada, no en vinagre, sino en algún tipo de droga soporífera, un compuesto de opio o de belladona, o de ambas cosas, por ejemplo, que era algo que en aquel tiempo se utilizaba  frecuentemente  en Oriente Medio. Pero  ¿por qué le ofrecerían una droga soporífera? A menos que el acto de ofrecérsela, junto con los demás componentes de la crucifixión, formarse parte de una estratagema compleja  e ingeniosa, una estratagema  cuya finalidad era producir una muerte aparente  cuando, en realidad, la víctima seguía viva.  Semejante estratagema no sólo hubiera salvado de vida de Jesús, sino que, además, habría  convertido en realidad las profecías  del Antiguo Testamento sobre la llegada de un mesías.


(Del  libro: El Enigma Sagrado. Autores: M. Baigent, R. Leigh y H. Lincoln)