domingo, 31 de diciembre de 2017

EN DÍA DE AÑO NUEVO



A pesar de todo me siento bendecido
en este proceso de convergencia
en la revolución interior del alma
en el andar en este Día de Año Nuevo.

¿Qué le puedo reclamar yo?
me ha dado todo, es decir puedo respirar
con eso ya es mucho para triunfar
para cantar, para reír y llorar

Todo tiene un inicio y un final
es decir, siempre habrá una oportunidad
en  Día de Año Nuevo siempre trinarán
la esperanza en los corazones

Nadie gana, mucho menos pierde
en la relatividad de vivir,
solo busca ser feliz, abraza esa paz
en Día de Año Nuevo las puertas se abren
depende de ti si quedan así

Hoy despertaste, es decir empiezas ganando
tienes la oportunidad de ver la maravilla de tu casa,
pero que lo tienes algo descuidada
en Día de Año Nuevo limpia tu alma y déjala así
ahora mírate, canta, di que te amas y siéntelo.


(RJLR 31-12-2017)

lunes, 25 de diciembre de 2017

ES NAVIDAD


En el mar de la multitud, vago en mi soledad.
Es Navidad y vuela la libertad en tempestad,
pájaros en el arcoíris de sonrisa pasajeras
que surcan en el alma de dolor y pena.

Solo un instante eterno para jugar
Un segundo sin final para reír
Un momento infinito para soñar
Mi vida celestial para amarlos
Es Navidad y no están

Torrentes de lágrimas desde mi ser,
añoranzas de escuchar ¡Papá!
Llanto de mi bebe que es música divina.
No los veo partir, tampoco llegar
Es Navidad ¿Hay qué festejar?

Imágenes que van,  vienen y en esta noche
sentado con deseo de transmutar lo divino.
Luchando con la rebeldía de vivir o sobrevivir,
buscando colores en el laberinto de dolor.
Es Navidad y no estoy en ninguna parte.

(25-12-2017/19.40h)


sábado, 2 de diciembre de 2017

FANTASMAS DEL AYER EN LA ESQUINA DEL SUEÑO IDO




Hoy sentado aquí perdido en ese valle profundo de la nostalgia, trato de volar en la nave llamada recuerdos, me veo y nos vemos: mozos, rebeldes, desafiantes, pero soñadores y conscientes de lo que queremos, de lo que soñamos.
Esa esquina. Puerto de mis vivencias, muelle de adolescencia, con esa mancha más que amigos eran hermanos, en las buenas y en las malas. En ese espirito patriotero, irreverente y chonguero de festejar a la Patria con nuestro desfiles, de salud o ¡No jodas pe huevón! ¡Marcha!
Una fidelidad a prueba de balas, que cada uno sabe y lo compartirá en su momento. Discusiones, mandaras de mierda, pero ante todo solidaridad. Todos o ninguno,  sí pues, como cuando  todos fuimos a parar al calabozo de Jorge Chávez, por proteger el trago y el parque, el sagrado parque.
Tiempos idos  de amores frustrados y banales. Diálogos de cine, filosofía, parasicología, música, política, vivencias cotidianas, mujeres, fútbol,  en fin, huevadas; pero buenas huevadas que era el sinónimo de pasarla bien o de la puta madre.
No eran borracheras, eran noches de bohemia, que es el arte de aprender de escuchar para la vida: nuestras confesiones, nuestros miedos, nuestras valentías. Con cantora a todo volumen o quizás con la guitarra, más que tocarla la estrangulábamos y a grito de un charro, éramos conchudos en decir “Está saliendo igualito”
Extremistas por joder, aventureros de corazón, como ir al volcán tutelar. Pero religiosos los gran putas, con el valor de ir a un santuario y perderse, aventura al máximo y reflexión para la vida.
Del deporte mejor no recordar, porque era nuestro sello indeleble, quizás para unos con el sueño de ser grandes en el fútbol y otros solo pasarla bien.

Está llegando el invierno en mi vida, la Navidad está cerca y la nieve comienza invadir mi cabeza. Hay veces que esos  recuerdos quieren fugar de la celda de mi memoria, pero hago el esfuerzo para retenerlos y dibujar en mi mente esa esquina, ese barrio de grandes personas, que todos juntos vivimos los años maravillosos.