miércoles, 18 de marzo de 2015

CANCIONES - INVIERNO DE 1983


Se sentía muy pequeño, insignificante, siempre le gustaba ver el ocaso del sol, observar como la inmencidad del océano se traga al astro rey. Allí sentado en la blanca y suave arena, mira como el mar llega a besa la playa y se va una y más veces.
Sus ojos brillaban por el dolor de su corazón, fueron miles de horas estar con ella y ahora junto a su fiel cigarrillo sabía que era un muerto en vida, porque la razón de su existir se marchó.

"Humo pequeño tornado que en vuelve mis ojos, corazón sangrante un vaso de vino, triste cigarrillo que a compañas mis penas, que ves como muero callado contemplando el mar. Hay que cruel es sentir esta agonía, morir de poco a poco, fumar de noche y día.... Humo las raras figura que a tu paso formas me recuerda su pelo, sus manos, me queman sus besos de nuevo en mis labios como aquella noche en que dijo adios"

El estruendo de las olas al llegar el firmamento, era similar de golpes de dolor que sentía a en su corazón y el frío que sentía en su pecho era más gélido que esa tarde de invierno, pero él con la mirada y triste opacada por las lágrimas que daban brillo a sus ojos, sabia que era el culpable, por no saber querer en la verdadera dimensión, pero él no era quien había sacado los "pies del plato", él no había pateado en tablero, pero quizás fue culpable para que ella cometiera el error de su vida; pero con todo eso se prometió que nunca, nunca la olvidaría y estaba convencido que ella también.

"Yo pintaré de rosa el horizonte y pintaré de azul los alhelíes y doraré de luna tus cabellos, para que no me olvides, si dormida caminas dulcemente por un mundo de diáfanos jardines piensa en mi corazón que por ti sueña, y si una tarde en el altar lejano de otra mano cogida te bendicen cuando te pongan el anillo de oro, mi alma será una lagrima invisible en los ojos de Cristo moribundo, para que no me olvides"

Pero los hombres son como una caja de pandora. Y por el dolor que sentía quería olvidarla, arrancarla des su pecho, quizás aquel ser en el fondo deseaba terminar con este dolor, ese sufrimiento. Y ahí estaba la inmencidad, la bravura del aquel océano, y se dijo porque no consagrar su vida a la morada del rey Neptuno y olvidar de unas ves por todas todo este sufrimiento.

"Vivo pensando olvidarte y no lo consigo tus recuerdos son espinas que hieren mi alma, dijiste que me querías pero no fue verdad, siempre jugaste conmigo y aunque supe amar..."

...De pronto escucho su nombre y a lo lejos vio la silueta de una mujer que corría en busca de él, era ella, sí ella, la que siempre estaba a su lado, en las buenas en las malas, cuando las papas queman, la que le amaba en un silencio y que todo el mundo escuchaba, su amiga, sí su fiel amiga, aquella mujer que solo él podía ver con ojos de hermano, más no de amante como la fiel amiga soñaba y deseaba. La hermosa mujer, lo miró y limpió su cara de esa lagrimas y le dio un beso, "la olvidaras, sé que la olvidaras yo te ayudaré".

"Deseando estaba olvidarme de ti, borrar de mí los momentos de amor, cada palabra jurada pasión, vuelvo asentir que me falta tu amor. Deseando estaba no pensar en ti y en cada rostro te veo venir, hasta mi sombra me habla de ti estoy sufriendo no puedo seguir. Quiero que el tiempo me ayude olvidar toda esa vida que te supe a dar que nunca mas yo te vuelva encontrar y con el tiempo te pueda olvidar"

Él miró el mar que significaba libertad, ella cogió su mano y partieron. Sus cuerpos se enlazaron en una noche de placer, ella hacia sus sueños realidad, él amaba en ese instante a la que se fue. Pero ya todo estaba pactado, él partiría en su balsa imaginaria al jardín de lo desconocido y ella sería mujer que algún día amó.

"Quise olvidarte en el viento y no lo pude conseguir, por mas que intento sacarme del recuerdo aquel amor, siempre me sigue entre sueños aquella noche de estrellas cuando fuiste mía. Pude cambiar de rumbo y borrarte desde aquí, pero la vida no quiere y aunque intente olvidarte no podré, porque es más fuerte que el viento, mucho más suave que el cielo"

Media noche: El mar, las olas, la playa, el frío y él. Pensaba y porque no olvidarla en brazos de aquella su amiga fiel que dejó durmiendo en su lecho. Pero algo le decía que era más placentero, excitante olvidarla en los brazos del océano además alli encontraría su verdadera libertad y tras esto fue en busca de su destino, "Soy un cobarde" se dijo y tras esto siguió su marcha a la eternidad...

"...Siento que tu partida le traerá dolor a mi corazón, como en sueños tú te vas al morirse el sol, solo el llanto quedará de este dulce amor... mi vida y es triste saber que te llevas mi juventud, yo he descubierto el sabor que deja tu rencor en mi corazón, que triste es decir adios cuando existe amor"

RJLR
( Escrita en junio de 1989)

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