Guerrero que nunca entendieron su
guerra,
carpintero en un desierto sin madera,
pastor de rebaños traicionado.
Pero es luz en las oscuras y
tormentosas
noches de nuestra existencia.
Paz, amor, perdón todo por montó;
yo estaba jodido hasta que lo encontré
fuera del templo y de la oración,
en mi poema y mi canción.
Tu ve que ver su rostro para saber
que lo necesitaba y desde entonces
con mi lanza voy por su ruta aunque
no lo crean, porque él es el
Carpintero de Galilea
mí amigo el flaco llamado Jesús.
(RJLR)
(Escrita en Febrero del 2004)
No hay comentarios:
Publicar un comentario